La semana pasada, el equipo del Colegio de Educación Especial (CEE) recibió la formación para la elaboración de las sexualidades para el Proyecto Curricular del Centro. De la mano del fisioterapeuta de Apca y experto en sexología, Gaspar Pablo Tomás, se creó un espacio de reflexión profesional compartida para adaptar el currículum escolar a la realidad del alumnado.
La formación sirvió al equipo para reflexionar y poner en común maneras de intervenir y acompañar a los alumnos y alumnas del CEE en su vivencia de la sexualidad. Para ello se han creado protocolos de acompañamiento para los momentos de intimidad, como son el cambio de pañal, ducha o para cuando las chicas viven la experiencia de la menstruación.
Se trata de niñas, niños y jóvenes con parálisis cerebral y grandes necesidades de apoyos, por lo que es necesaria la creación de un «ámbito de las sexualidades», con nombre propio y de manera protagonista.
El aterrizaje de la Sexología en el CEE es consecuencia de un cambio de paradigma, hay que entender y atender «el sexo», desde otra perspectiva y conseguir que la educación sexual deje de ser una «asignatura pendiente» para convertirse en una «asignatura obligatoria» presente durante todo el curso y en todas las etapas educativas.
La clave es comprender que «el sexo es lo que somos y no solo lo que hacemos». Así pues, todo el alumnado tiene sexo, y consecuentemente, sexualidad. La tarea es acompañarles para que conozcan mejor sus cuerpos, se acepten y puedan vincularse y disfrutar de sus deseos, cuando existen, de manera satisfactoria.
Una tarea que exige ser compartida y coordinada con las familias y que nos lleva a reflexionar sobre contenidos esenciales, como los cambios que experimenta el cuerpo con el desarrollo, la autoestima, el cuidado de la imagen personal, el aprendizaje de la intimidad, los límites, los vínculos, el contacto físico como canal de comunicación… En definitiva, una educación sexual que atiende a un modelo amplio de sexualidad, que pone en valor la diversidad y que mejora de manera contundente la oferta educativa.
Tenemos el convencimiento y la experiencia de que es necesario visibilizar las sexualidades. A hablar se aprende hablando, igual que a no hablar, se hace no hablando. La idea es hablar antes, mucho más y en positivo, porque la sexualidad, bien entendida, es un valor y nunca un peligro.