PAUTAS GENERALES DE COMUNICACIÓN

¿Cómo podemos ayudar a nuestro hijo/a desde casa?

¿Cómo podemos crear situaciones para que se dé una comunicación funcional y eficaz con nuestro hijo/a?

¿Qué recursos podemos utilizar?

Frecuentemente, pasamos por alto el entorno del niño/a, se subestima y no tenemos en cuenta que es un elemento clave en la intervención. El profesional puede ayudar a un niño/a a potenciar su lenguaje y su comunicación a través de recursos, estrategias de intervención, etc. Pero si éstas estrategias o aprendizajes luego no se traspasan a entornos cercanos, ya sea el entorno familiar o escolar, el aprendizaje no se generaliza, por tanto, no se utiliza y no es eficaz.

La generalización de un aprendizaje es fundamental desde el ámbito de la logopedia, sobre todo cuando potenciamos y promovemos habilidades comunicativas y lingüísticas. La sesión o sesiones de logopedia deben respaldarse con la colaboración de la familia y con la práctica de habilidades comunicativas en casa para obtener resultados tempranos. No solo debemos trabajar con lo niños/as, sino que debemos enseñar a los padres/madres como poner en práctica los logros conseguidos en sesión.

A continuación, la logopeda del Centro de Atención Temprana de APCA, Andrea Durá, nos da una serie de pautas y recomendaciones que pueden promover la comunicación en casa, sobre todo en niños y niñas que presentan dificultades en la expresión oral del lenguaje y que interrumpen o entorpecen la comunicación con su entorno. Destaca que no son pautas ni ejercicios de articulación, sino estrategias y recursos que pueden ayudar a promover habilidades comunicativas.

  • APOYO VISUAL: en muchas ocasiones el niño/a desea expresar algo, pero su lenguaje resulta incoherente, desorganizado, las palabras se juntan y muchas de ellas parecen simplificadas, inacabas, lo que impide se entienda su emisión oral. Esto crea un clima negativo, de frustración por ambas partes.

¿Qué podemos hacer? Podemos utilizar el apoyo visual, por ejemplo, un dibujo, una imagen, una fotografía, un objeto, etc. Por ejemplo, podemos dibujar algo relacionado con la situación o contexto, y a través de preguntas del tipo si/no o preguntas muy sencillas podemos sacar contenidos, respuestas y a sí seguir con el juego o con la comunicación del momento. En este caso, el niño/a debe presentar un buen nivel de comprensión del lenguaje para comprender las preguntas.

Si vemos que el niño/a señala el dibujo o parte del mismo, siempre debemos dar la palabra oralmente y animarle a producirla. Recordemos que nuestro objetivo es promover el lenguaje oral y que no cese o se limite su uso.

  • Si con el apoyo visual no conseguimos entender lo que desea expresar, pasaremos a otra estrategia. Intentamos RECONDUCIR LA SITUACIÓN O LA ACTIVIDAD, ofreciéndole otros juegos o actividades, manteniendo siempre, la oportunidad de elegir y comunicar.

Puede resultar un buen recurso para salir de ese bucle de “comunicación nula” y evitar frustración. Por tanto, si con el dibujo no se soluciona, reconduciremos la situación, ofreciéndole otros juegos o actividades que le gusten. Elegir dos actividades alternativas: saltar / coches (solo es un ejemplo). Reconducir la situación de la siguiente manera:

-Adulto/a: mira, vamos a jugar a otra cosa. ¿Te parece bien? (poner entusiasmo para que él vea que puede hacer otra cosa divertida). Mira podemos saltar muy muy alto, o también podemos jugar con los coches “brrr” (enseñarle los coches).

(Esperamos su reacción; si veis que dice “si” o bien señala, es que le gusta la idea, pero debe pedirlo él; imaginar que decide jugar a los coches).

-Adulto/a: ¿Quieres jugar a los coches?, vale “COCHES”, “COCHES”. A ver, ¿a qué quieres jugar? Como lo dices tú, con la boquita (señalaros la boquita).

-Niño: “coches”

Se le darían los coches, y de esta manera, se ha producido un intercambio comunicativo, y evitamos situaciones de frustración.

IMPORTANTE: si no dice perfectamente la palabra “coches”, no lo rectifiquéis, ni le corrijáis. Esto interrumpiría la comunicación. Puede que diga “oche”, “toche”, no pasa nada.

Debemos preparar la situación y la actividad para facilitarle la evocación de las palabras, sino suelen acomodarse en comunicar a través de un gesto (que resulta mucho más fácil y rápido que emitir la palabra). Esto es muy frecuente en muchos niños. El gesto también puede aparecer, pero siempre apoyando o acompañando al lenguaje oral.

  • LENGUAJE SIMPLE Y CLARO. Los/as niños/as aprenden su lenguaje, en gran parte, por imitación. Las personas adultas de referencia siempre deben emitir la palabra adecuadamente, sin simplificarla, ni quitarle letras o sílabas.

Si simplificamos la palabra (pensando que le resultará más fácil de articular), por ejemplo “eta” (intentando decir galleta), el niño repetirá “eta”. Aprenderá esa etiqueta verbal para ese alimento, y como se hace entender y es funcional (pues obtiene dicho alimento con esa emisión vocálica) pues la utilizará, y no se esforzará luego en articular adecuadamente la palabra.

Por tanto, utilizar siempre un lenguaje adecuado, e intentar que el niño/a pueda repetirlo. Las palabras que utilicemos siempre serán relacionadas con sus intereses y/o necesidades, pues es lo que quieren comunicar.

Podéis separar un poco las sílabas, para que sea más fácil de repetir: “ga-lle-ta”, “ne-ve-ra”, pero no simplifiquéis.

Si alguna letra no la emite adecuadamente, no pasa nada. Vamos a centrarnos en que la comunicación sea lo más eficaz y funcional posible. El trabajo articulatorio se realizará en sesión, ya que resulta un trabajo mucho más formal y dirigido.

La repetición directa de palabras la podéis poner en práctica cuando leáis un cuento, cuando dibujéis… momentos que sepáis que no se va a frustrar y que no interrumpan en gran medida la comunicación. También recomiendo ocupar poco tiempo a la repetición, ya que cansa mucho, pero a veces es necesaria.

  • OPORTUNIDADES DE COMUNICACIÓN. Es muy importante, en estos casos, ofrecer oportunidades de comunicación:

– Petición de merienda, comida…

– Peticiones de juguetes (intentar que algunos no estén a su alcance, para que el niño no tenga más remedio que pedir lo que quiere al adulto).

– Peticiones de cuentos.

– Peticiones de películas /dibujos / series infantiles.

– Petición de móvil/ Tablet.

– Aprovechar situaciones de casa: poner la mesa, hacer una receta culinaria, intereses del niño/a, etc., para potenciar la comunicación en todo momento.

Pongamos un ejemplo: al niño/a le encanta pintar, por tanto, podemos aprovechar esta actividad para que pida colores, ya sea a través de una pequeña frase “dame + azul” o bien a través de una palabra “azul”, dependiendo siempre de las necesidades y capacidades actuales del niño/a. Si se trata de un caso en el que trabajamos la combinación de elementos para comunicar, podemos proceder de la siguiente manera:

-Adulto/a: ¿qué color quieres? (tiene todos los colores a su alcance).

-Niño/a: “ese” (lo normal es que señale el color que desea, o bien que diga “ese”).

-El/la adulto/a sabe que quiere el color azul, porque el/la niño/a dirige su mirada hacia este color. Por tanto, puede guiar al niño/a para formar la frase, proporcionándole un modelo claro y sencillo de petición: “dame azul”.

También podéis utilizar el “quiero”. En este caso, ofrecemos un modelo para que repita y luego pueda utilizar. Su eficacia resultará siempre que el/la niño/a obtenga lo que desea tras producir la frase.

Es muy importante ser constantes en las estrategias y recursos e intentar que el/la niño/a utilice su lenguaje oral para pedir. Si en numerosas ocasiones, pide a través de un gesto (teniendo capacidad para poder producir lenguaje oral), siempre lo hará así ya que es mucho más rápido y cómodo que emitir una palabra o una pequeña frase.

  • SIGNOS. Si veis que el/la niño/a se acomoda mucho en pedir con signos, y se hace entender:

“Exigirle” la palabra oral. Intentar que la diga (como os he comentado antes), si no es así no le ofrezcáis lo que quiere. Se acomodará, y no se esforzará por pedir. A veces son muy astutos/as, y saben como “manejar” a las personas adultas.

En estos casos, los signos, los gestos y los apoyos visuales pueden acompañar, apoyar al lenguaje oral, pero no sustituirlo.

Como hemos comentado anteriormente, este tipo de estrategias pueden ir dirigidas a niños y niñas con dificultades de expresión oral, que entorpecen la inteligibilidad de sus emisiones y la estructuración de su lenguaje para pedir necesidades e intereses, lo que interrumpe y limita una comunicación eficaz con su entorno.

No necesariamente todas estas estrategias serán útiles para cualquier niño/a. Siempre se debe idear un plan de tratamiento individualizado, buscando estrategias, recursos y contenidos acorde con las necesidades de nuestro paciente.

 

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